Barranco Cantante y Barranco Cantante Resonante (2012 para violín, viola, violonchelo, contrabajo, percusión y electrónica) constituyen piezas « siamesas » que comparten gran parte de su material musical. Los nombres de las piezas provienen del corto relato encontrado en el Popol Vuh donde se describe el camino de bajada a Xibalbá, el inframundo o región de los muertos. El pasaje en cuestión hace mención de dos barrancos con dichos nombres por los que pasan ríos encantados. Las piezas están impregnadas de un sentido
Caracas, 18 al 27 de mayo de 2012