Es un preludio para piano enmarcado de en el ciclo “Figurae”, hasta ahora inconcluso. Dicho ciclo toma las figuras de la Retórica Clásica como modelo de forma musical. En el caso particular de esta obra, se trata del “quiasmo”. Esta figura retórica consiste en la repetición de las mismas palabras de forma inversa, de manera que surja una simetría por contraste (por ejemplo, la frase: “hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar”). La composición recorre sucesivamente tres campos armónicos que incrementan sus grados de disonancia: uno diatónico, uno hexacordal y uno cromático. Luego de alcanzar el máximo grado de tensión, un silencio anuncia la reaparición de los mismos campos armónicos en orden inverso. Estos campos están construidos sobre series de seis notas. A su vez, las series surgen de la combinación de un único trífono invariable conformado de intervalos de segundas mayores. El trífono resulta, pues, el elemento estructural mínimo de toda la obra. “Chiasmus” fue escrito y estrenado en junio del año 2000.
Caracas, 18 al 27 de mayo de 2012