Esta pieza es una “reescritura” de una composición anterior, titulada “Senderos imaginarios” (1992), para fagot, violoncelo, trombón y piano.

Este proceso de “reinstrumentación”, que he llevado a cabo ya con varias de mis composiciones, me plantea el problema de repensar – a partir de la versión original – los timbres y las texturas resultantes, a través de una suerte de “adaptación” de la imagen referencial a las características, posibilidades y limitaciones de las nuevas fuentes sonoras. En este caso, la parte de piano obra como conexión directa entre ambas versiones, ya que pasó de una a otra sin sufrir modificaciones. Las demás partes, en cambio, fueron replanteadas, fundamentalmente en lo tímbrico y registral, pero dejando intacta la rítmica de la versión de origen.

Por otra parte, en “Senderos imaginarios II” el trabajo está focalizado de modo particular sobre tres aspectos que me resultan de particular interés dentro de m labor creativa: timbre y textura, por una parte, y especialidad, por otra. En cuanto a la interrelación tímbrico – textural, a través de procesos de mezclas y modulaciones tímbricas, enmascaramientos y trabajo de la dinámica en función tímbrica, reconozco en mi trabajo una constante interinfluencia entre mi labor en el campo de la música electroacústica y el de la composición instrumental, a través de la búsqueda de ciertas sonoridades “instrumentales” en mis obras electroacús.sticas y, viceversa, determinadas sonoridades electrónicas en mi música instrumental. En cuanto a lo morfológico, se trata de una composición donde me muevo fundamentalmente en el campo de la forma “matérica”, donde los juegos entre diversas configuraciones “objetuales” de la materia sonora van generando el devenir del discurso.