Escrita en el marco del Noveno Seminario de Composición Musical de Costa Rica, la obra presenta una temática interesante desde el punto de vista de su nombre, sin embargo el compositor la explica de dos maneras:  una es la ascensión del planeta Venus sobre el firmamento y otra tras el mito cristiano del ángel caído presente en el libro de Isaías

"¡Cómo has caído del cielo, Lucifer, hijo de la Aurora! Has sido abatido a la tierra dominador de naciones! Tú que decías: "escalaré los cielos; elevaré mi trono por encima de las estrellas de Dios; me sentaré en el monte de la divina asamblea, en el confín del septentrión escalaré las cimas de las nubes, semejante al Altísimo" (Is 14:12-14)

 La obra consta de cinco partes, la primera es una introducción que inicia con doce campanadas y que perfila parte de la temática de la obra, a su vez presenta un incremento de la instrumentación realzado por un crescendo con accelerando  que concluye fortísimo en un clúster que lleva a un acorde de do mayor con sexta menor suspendida que igualmente resuelve.  La introducción finaliza tranquilamente con campanadas y da paso a la segunda parte.  Durante la segunda sección se da una lenta ascensión cromática en los instrumentos melódicos mientras los otros intervienen esporádicamente con algún motivo rítmico que causa sensación de interferencia y distracción a las melodías.  De igual manera esta sección concluye con un incremento de la instrumentación apoyado por otro crescendo y  accelerando.  La tercera sección es un Allegro Furioso, muy rítmico y de carácter primitivo, la armonía es difusa y presenta acordes disminuidos de sétima superpuestos a uno mayor o disminuido y que distan uno del otro por medio tono, esta sección concluye de la misma forma que la introducción. 

La cuarta parte aparece tras el acorde final de la parte anterior y es una cita de canto gregoriano que a su vez da paso a una cita del famoso “Miserere”  de Gregorio Allegri.  Los timbales inician un descendimiento cromático mientras las campanas y el glockenspiel hacen intervenciones, también los vibráfonos recuerdan algunos motivos de la introducción y que se fusionan con la cita de Allegri.   La quinta y última parte es una breve pincelada de la introducción que termina con seis campanadas que se apagan lentamente.